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La boda de Almu y Pablo fue una de esas bodas perfectas para demostrar que las tradiciones no tienen necesariamente que ser encorsetadas; y es que Almu lo tenía muy claro, entre otras cosas, quería ser una novia velada. La pareja quería una boda religiosa y habían escogido para la fiesta uno de los parajes más bonitos para bodas en Pontevedra. No obstante, pude comprobar desde el principio que no era una pareja de novios que quisieran una boda clásica. Todo lo contrario, querían naturalidad, espontaneidad y momentos íntimos y divertidos. Me alegró ver que lo consiguieron, tanto por su esfuerzo, como por el que pusieron todos sus invitados.

Boda religiosa y pazo de Santa Cruz

El día comenzó en la Parroquia Santiago el Mayor de Vigo, una iglesia preciosa que fue testigo del enlace de Almu y Pablo.

Una ceremonia tradicional, con unos invitados elegantes y grandes dosis de nervios y emoción.

Fueron momentos muy especiales los que se vivieron en esa parroquia, como la entrada de la novia o la lectura de los familiares y amigos.

Unos novios que mostraban en todo momento complicidad, algo que se refleja perfectamente en las fotografías de boda.

Tras el sí quiero, llegaba el momento de trasladarnos al Pazo de Santa Cruz, el lugar que los novios escogieron para celebrarlo con todos sus invitados. Sin duda uno de los pazos de bodas más bonitos de Galicia, con una ubicación privilegiada mirando a la ría de Pontevedra y lleno de terrazas, frutales y huertas.

La sesión de novios se hizo antes del convite y fue todo un acierto. Una luz perfecta para poder retratar a estos novios que demostraban una compenetración increíble en cada escena.

Unos novios espectaculares

El look de los novios era sencillamente perfecto. El novio, Pablo, optó por un estilismo elegante y tradicional de la mano de Tom Black. En cuanto a Almu, quizá su vestido fuera uno de los detalles más especiales de la boda.

Sí, Almu quería ser una novia velada. No es algo nuevo, ni mucho menos; y es que esta tradición que se asocia a las bodas religiosas desde hace siglos, está siendo retomada en nuestros días. Son muchísimas las novias que últimamente se decantan por este tipo de velo, no sólo las que podemos conocer nosotros, también las celebridades, por lo que podemos decir que la novia velada es una novia actual.

Las novias veladas desprenden una magia especial. Puedo decir que este tipo de look es quizá uno de los más románticos que se pueden ver en una mujer el día de su boda.

El velo, que simbolizaba pureza, no es un simple velo; y es que en las novias veladas se entra a la ceremonia con la cara completamente cubierta. El protocolo de una novia velada exige que el velo cuente así con dos capas, una que pueda ponerse por delante y otra que caiga por detrás.

Los velos que tapan el rostro cada vez se ven más, y son una prueba de que las tendencias nupciales están volviendo a ciertas raíces para poder adaptarse a las bodas actuales.

De Almu no sólo podríamos destacar este detalle que hizo mágica su entrada y ese momento en el que Pablo retiró el tul de su ya mujer. También podemos destacar su impresionante vestido. En este caso, fue un diseño realizado por una amiga de la novia.

Cuando decía que la boda de Almu y Pablo era un ejemplo perfecto de tradición actualizada, me refería a detalles como este. Sí, la novia llevaba un look clásico, realmente elegante y favorecedor. Eso no impidió que al llegar al Pazo, esta misma novia realizara un cambio radical y se soltara el moño que llevaba para convertirse en una novia con el cabello suelto, más natural y desenfadada. Almu se desmelenó y con ella nos desmelenamos todos.

Una celebración llena de sorpresas

El momento de la celebración en el Pazo de Santa Cruz estuvo cargado de esos momentos que toda pareja querría para su boda. Detalles que organizaron esta estupenda pareja, pero muchas sorpresas que también les regalaron sus invitados.

Antes del banquete, por ejemplo, Almu quiso entregarle un detalle muy especial a su mejor amiga. Además, cuando los invitados entraron en el Invernadero del Pazo de Santa Cruz, todos tenían un pequeño obsequio personalizado que la pareja había dejado en sus mesas. Obsequios con mensajes llenos de muchísimo cariño. Estas cosas cuestan tiempo y eso los invitados lo saben, así que es todo un detallazo que inviertan parte de los prepartivos en sorprender personalmente a cada uno de sus invitados.

Almu y Pablo prepararon todo, hasta el mínimo de los detalles. Tenían claro que querían una boda en la que todo el mundo disfrutara. También tenían claro que querían dar muestras de cariño a personas especiales para ellos. Así, dieron varios ramos a parejas y prepararon preciosos marcos de fotos para los abuelos del novio.

Lo que Almu y Pablo no sabían es que las sorpresas también serían a la inversa; y es que no mentía cuando decía que esta pareja es muy especial. La familia y los novios se metieron por completo en el evento, deseando hacerlo también increíble.

La familia de Pablo, que cuenta con un gran número de primos, comenzó a dar la bienvenida a Almudena a la familia con un mensaje por letras que cada uno iba levantando. Un acto que emocionó por completo a la preciosa novia.

No fue la única sorpresa de la noche; y es que como ya es habitual en las bodas de los amigos de Pablo, también había un regalo muy especial. Los amigos versionaron una canción hablando de los novios imprimiendo el libreto en un díptico con el diseño de una botella de Whisky.

Momentos de baile y muchas risas. Invitados que lo dieron absolutamente todo y unos novios que se soltaron la melena (Almu ya lo había hecho desde el inicio) y se pusieron a bailar.

Para mí fue un auténtico honor poder formar parte de este día tan especial cargado de emociones. Conecté tanto con ellos que creo que en el reportaje se puede apreciar lo cómodos que estabamos todos.

Almu, Pablo, os deseo de corazón que podáis disfrutar de una vida maravillosa el uno junto al otro. Felicidades, chicos.

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