Boda en Tarragona… boda en el Castillo de Tamarit

En plena primavera mediterránea se casaron Tamara y Carlos, fue en el espectacular Castillo de Tamarit situado a 10 minutos de Tarragona en una preciosa pineda frente al mar. El castillo fue construido en el Siglo XII y dispone de una torre de vigilancia, construida un siglo antes, para la defensa de la costa y protección del comercio mediterráneo en la época de la reconquista. Sí, para defenderse de los piratas de aquella época… igual que las películas.

Esta boda en Tarragona fue una boda religiosa realizada en la capilla del Castillo, una capilla de estilo románico del Siglo XI que está tremendamente cuidada y es imposible entrar sin admirarla. La capilla se encuentra en el mismo recinto y esto te permite despreocuparte de los traslados y disfrutar plenamente de tu día.

Como fotógrafo de bodas… esto me parece ideal para un día tan importante.

Todo comenzó de la misma manera que comienzan las bodas, con los nervios de los novios vistiéndose, preparándose para su día.

Recuerdo ver a Stefanie de AG Planning Grup ultimando detalles y al equipo de David Seoane maquillando y peinando a Tamara. ¡Qué nervios! 😉

Una vez preparada… ella fue recibida por los hermanos del novio que, siguiendo una tradición catalana, le entregaron el ramo y le leyeron un precioso poema que marcaba el comienzo de la celebración, el camino hacia la iglesia.

Os cuento una curiosidad, tradición y os invito a verla en las fotos:
En Cataluña es tradición poner la alianza en el dedo índice de la mano izquierda. ¿Tú en qué mano la llevas?

Sobre las 15 comenzó el aperitivo, en exterior, disfrutando de un soleado día con el mar como telón de fondo y gaiteiros poniendo la banda sonora. ¡Es-pec-ta-cu-lar!

¡Por cierto! Si había gaiteiros… no podía faltar una pulpeira y un rico, riquísimo pulpo. ¡Sí! ¡Claro que lo probé! ¡Un trocito! Jajaja. 😉

Como fotógrafo de bodas, uno de los momentos que más me gustan son los aperitivos y los banquetes, porque ambos son los momentos que marcan un antes y un después en una boda, es el espacio de tiempo en el que los nervios de los novios y los familiares van desapareciendo, se relajan y comienza a aparecer esa naturalidad innata de cada uno y me permite captar esos momentos únicos que tanto espero.

Por ejemplo… en las fotografías de boda que vais a ver a continuación, veréis progresivamente a lo que me refiero hasta llegar el momento culmen de la relajación y la naturalidad, en este caso… a ritmo de Los Ronaldos, Los Secretos, Loquillo y lo mejor de la música española que puso el colofón a un día de fiesta.

Un día de fotografías de boda en Tarragona, sí, pero con Tamara y Carlos.

¡Muchas gracias chicos! ¡Lo he pasado en grande!