Marieke y Diego: boda en Pazo da Touza

No es que las grandes bodas con muchos invitados no tengan encanto. Hay bodas con un número importante de invitados que cuentan con un grado de detalle y personalización increíble. No obstante, las bodas pequeñas siguen siendo, bajo mi punto de vista, una apuesta segura en cuanto a estética y ambiente acogedor se refiere. Marieke y Diego celebraron su boda con unos 100 invitados, pudiendo así organizar un evento entrañable, emotivo y con un escenario que supera con creces las expectativas de cualquier pareja de novios, una boda en Pazo da Touza.

Unos novios muy especiales

Marieke es de un pequeño pueblo al sur de Alemania. Su familia se trasladó al sur de Galicia para poder acompañarla en su gran día, así, las necesidades de esta boda también requerían alojamiento, algo que en el Pazo da Touza es completamente posible.

Tanto Marieke como Diego tenían claro lo que buscaban: fotos con colores en las que los tonos otoñales se mezclaran con el verde y las flores. Unas imágenes para el recuerdo en las que la naturaleza lo impregnara todo, y eso, en el maravilloso entorno del Pazo da Touza fue más que posible.

Invitados elegantes, unos novios cuya complicidad era más que evidente, una boda al aire libre en la que las emociones estaban a flor de piel, un aperitivo con un telón de fondo increíble y un catering delicioso. Todo estaba en armonía en este gran día, algo que se puede reflejar perfectamente en las imágenes; y es que cuando la felicidad es real, es plena y es compartida, todo sale muchísimo mejor.

Boda en un pazo de Pontevedra

Además de unos novios guapísimos y unos invitados entregados, sin duda en el éxito de esta boda tuvo mucho que ver el entorno elegido. Celebrar una boda en un pazo en Galicia es una opción pintoresca, sin duda, pero es que, además, el Pazo da Touza cuenta con ese encanto especial que pocos sitios pueden igualar.

Situado al sur de Galicia, en el tranquilo Val Miñor, este pazo a pocos minutos del centro de Vigo está completamente rodeado de árboles centenarios. Un pazo del siglo XVI declarado bien de interés cultural que, aunque tiene capacidad para 500 personas, ese día acogió a los 100 invitados de Marieke y Diego.

La estructura principal, con esas paredes cubiertas de enredaderas verdes, fueron el escenario principal del coctel, que comenzó con la llegada de los novios y una fantástica sorpresa: un montón de globos de colores que al son de un grupo de gaitas volaron muy alto cuando todos los invitados los soltaron a la vez.

Boda con alojamiento en Pazo da Touza

Si el exterior del Pazo da Touza es espectacular, no lo es menos el interior o en sus habitaciones, en las que los novios pudieron hacerse preciosas fotos del antes. Hay que destacar que, como comentábamos, estas habitaciones son todo un desahogo para las bodas en las que viene gente de fuera; y es que puedes alquilar el pazo entero para que tus invitados pasen la noche justo allí.

Celebrar una boda en el Pazo da Touza da tanto juego, hace que los invitados estén tan relajados y bien atendidos que nada puede salir mal. La boda de Marieke y Diego no fue una excepción: risas cómplices, una apertura de baile espectacular, regalos, bailes hasta altas horas y colaboración absoluta por parte del propio personal del pazo y de los invitados para hacer de este día un día único.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. En este caso, las imágenes de la boda de Marieke y Diego dejan claro que fue un día lleno de magia que, sin lugar a dudas, augura una vida en común llena de felicidad.

Detalles de boda en Pazo da Touza

Esta boda en Pontevedra estuvo llena de detalles. Una boda entrañable completamente personalizada. Tuve la suerte de disfrutar de los momentos más bonitos, como los discursos. Discursos llenos de palabras emotivas hacia la pareja que hicieron saltar las lágrimas de más de uno.

Los detalles entre los novios también fueron increíbles, como cuando Diego le preparó un vídeo sorpresa a Marieke. Un video en el que la cantante favorita de la novia le dedicaba unas palabras en este día.

Incluso los invitados tuvieron detalles preciosos, como los amigos de los novios, que organizaron un juego de preguntas y respuestas sobre la pareja y debían contestar levantando el zapato de cada uno.

Sin duda fue un día maravilloso en el que me sentí completamente dentro. No es raro, pues Marieke y Diego son de esas personas que te hacen sentir en casa. Una de esas parejas tan especiales que no te importaría seguir teniendo en tu día a día. Desde aquí, muchas felicidades, chicos.