Silvia y Erik: boda en Rectoral de Cobres 1729

Silvia y Erik me eligieron para inmortalizar el día más importante de sus vidas, el día de su boda, y la verdad es que no podría sentirme más afortunada. Una pareja que destila amor por todos los poros de su piel. Una de esas parejas que aprecia los pequeños detalles y las bodas íntimas, en las que las imágenes se cuidan con muchísimo detalle y disfruto más que nunca. Una boda que, además, no podría haber escogido un lugar mejor; y es que una boda en Rectoral de Cobres 1729 no deja indiferente a nadie.

Esta joven pareja vive en Holanda. Silvia es española, pero Erik y su familia no. Así que estábamos ante uno de esos eventos en los que la interacción de los invitados puede ser un problema, ya que en la familia de Erik no todos hablaban español. No obstante, viendo las fotos podemos observar que eso no fue ningún problema; y es que cuando se organizan bien las cosas, hay magia en el ambiente y estamos predispuestos a disfrutar del día, nada puede salir mal.

Boda en Rectoral de Cobres 1729: un entorno de cine

Antes de pasar a los pequeños detalles, me gustaría hablar del Rectoral de Cobres 1729. Se trata de un hotel rural con espacio para realizar eventos como bodas. Un lugar situado sobre la Ría de Vigo y el estrecho de Rande que, además de estar bien comunicado con la Autopista del Atlántico y el Aeropuerto de Vigo, cuenta con unas vistas privilegiadas, un espacio de ensueño y habitaciones para aquellos invitados que viene de fuera.

La cronología de la boda permitió varias sesiones de fotos muy especiales. Por un lado, inmortalicé un encuentro antes de darse el sí quiero. Un encuentro íntimo entre los dos completamente inolvidable. Luego, los novios realizaron una boda oficial con una ceremonia con los familiares más cercanos y el alcalde. Era sólo el principio, pues el plato fuerte venía con la ceremonia para el resto de invitados de la mano de Fátima González, Weding planner con muchísima experiencia con la que he tenido el gusto de trabajar en otras ocasiones y que pone muchísimo cariño en cada una de las bodas que organiza.

Tras todo esto, y antes del cóctel, vino la sesión de fotos de los novios. Estoy muy contenta con el resultado. Primero por la complicidad que demostraba la pareja. Después, por los rincones mágicos de este lugar, con su magnífico jardín, un edificio envuelto en verde y esa luz especial que sólo se tiene en las bodas en Vigo.

Detalles de esta boda en Vigo

Además de la celebración en el Rectoral de Cobres 1729, de su entorno y del espléndido día con el que contamos, son muchos los detalle que podemos destacar. Primero el look de los novios. Una elección elegante por parte de Silvia que no dudó en elegir un vestido de Pronovias, así como el traje que el guapísimo Erik lució este día, de la mano de Suit Supply.

Detalles como los arreglos florales de Floristería Galo, que crearon un ambiente elegante, pero con un toque desenfadado, o el del delicioso cóctel de la mano de Nuria Cervera Chefs. Sí, unos proveedores potentes que pusieron su granito de arena para que este día fuera sencillamente perfecto.

Podemos destacar también la ceremonia en sí, en la que la madre de la novia realizó una lectura que nos puso a todos la piel de gallina. Bonitas fueron también las palabras del padre el novio, la amiga de la novia y la hermana del novio. Personalmente me encantan estos momentos en los que las palabras hacen aflorar todo el sentimiento por los ojos de los novios.

Y claro está, no podía faltar el toque gallego, ese que todos los gallegos intentamos incluir en los momentos especiales. En el caso de la boda de Silvia y Erik vino de la mano de una queimada que se hizo después de la cena, antes de pasar al baile. Un detalle que los 100 invitados vivieron con mucho entusiasmo, sobre todo los que venían de fuera.

Poco más se puede añadir a un día de 10. Bueno, quizá sí, que Silvia y Erik son una pareja muy especial. Que sé que todas tienen su aquel, pero en concreto esta pareja desprende una magia de esas que te dejan con la boca abierta. Una pareja que tiene algo especial entre ellos y que hace partícipes al resto. Mucha suerte en la vida, chicos.